martes, 20 de enero de 2009

Ser mejores para hacer felices a los demás

Perdonar y pedir perdón: remedios para lograr paz interior .

Cuando la amistad o la convivencia se rompen por cualquier causa, lo más común es la aparición de sentimientos negativos: la envidia, el rencor, el odio y el deseo de venganza, llevándonos a perder la tranquilidad y la paz interior.
Esta pérdida de la paz y la serenidad repercuten en nuestro trabajo diario y en la relación con quienes viven a nuestro alrededor. Es por esto que el perdón es el único remedio para apabullar estos sentimientos negativos que no nos dejan vivir en paz con nosotros mismos y con los demás.
El perdón oportuno y sincero es la única cura para los resentimientos, las envidias y los rencores. Es necesario recordar que estos sentimientos pueden ser mutuos debido a un malentendido. Por esto es importante perdonar aunque los otros no perdonen y así romper ese círculo vicioso comprendiendo que el amor es un sentimiento más fuerte que el odio.

Lo que se necesita para saber perdonar....




El hecho de aprender a perdonar beneficia no sólo al otro, sino también a uno mismo, ya que en esa actitud hay implícita una gran dosis de amor. Perdonar requiere asumir las propias responsabilidades y ahuyentar la excusa fácil de “la culpa es de”…. Para ello es preciso superar los posibles traumas del pasado y ver a los demás como seres que observan el entorno desde una perspectiva diferente, pero igualmente respetable.
Perdonar es más sencillo de lo que parece si nos concentramos en no dejarnos llevar por los sentimientos negativos. Por esto, es importante tener en cuenta lo siguiente:
Evitar "interpretar" actitudes que difieren con nuestra forma de pensar.
No hacer juicios sin antes de preguntarnos porqué nos sentimos agredidos (así encontraremos la causa: imaginación, susceptibilidad, egoísmo).
Hay que tener disposición para aclarar o arreglar la situación.
Siempre hay que pensar en la manera de llegar a una solución.

Perdonar es más sencillo de lo que parece si nos concentramos en no dejarnos llevar por los sentimientos negativos. Por esto, es importante tener en c




Evitar "interpretar" actitudes que difieren con nuestra forma de pensar.
No hacer juicios sin antes de preguntarnos porqué nos sentimos agredidos (así encontraremos la causa: imaginación, susceptibilidad, egoísmo).
Hay que tener disposición para aclarar o arreglar la situación.
Siempre hay que pensar en la manera de llegar a una solución.
Buscar el momento más adecuado para platicar con calma y tranquilidad, sobre todo de nuestra parte.
Escuchar con paciencia, buscando comprender los motivos del malentendido.
Exponer nuestras razones y pedir disculpas por haber herido a la otra persona si ese fue el caso.
Olvidar el incidente y reconstruir la amistad.
Es tan importante saber perdonar como saber pedir disculpas.

¿Cómo pedir perdón?

Hay varias formas de hacerlo. He aquí algunos ejemplos:
"Me sabe muy mal haberte dicho algo tan feo."
"Siento haberte hecho sentir mal."
"Perdí los estribos y no debería haberte hablado así. Lo siento."
"Siento haber herido tus sentimientos."
"Siento haberte gritado."
A veces, junto con la disculpa, la persona necesita reparar el error o decir que intentará no volverlo a hacer nunca más. A veces, tener un detalle con la persona después de disculparse ayuda a hacerle ver que lo siente realmente y quiere volver a ser su amigo.
En el pedir perdón es importante concientizarse de las consecuencias de los actos que hirieron a la otra persona y no esperar que ante las disculpas todo será igual de inmediato. Por ello es importante aceptar la responsabilidad y enmendar el error.

Como relacionarse con los hijos adolescentes....

Es un tema adicional..... Miralo...

Ver la presentación:

Cómo relacionarse con los hijos adolescentes?


Perdonar y pedir perdón: remedios para lograr paz interior .

El perdón así mismo

El perdón no solamente se da con otras personas sino también con nosotros mismos, porque a veces estamos dolidos y resentidos por un acto que pudiendo controlar no lo hicimos. Estos errores nos atan a una vida miserable y nos hacen sentir despreciables frente a los demás.
Por eso es indispensable perdonarnos a nosotros mismos, y esto se hace poniendo como testigo a Dios. Debemos perdonarnos por actos que hemos cometido conciente o inconscientemente. Una vez realizado este perdón quedamos liberados de todo pensamiento malo, que nos traía dolor y sufrimiento, y que nos estaba arrastrando a una vida de miseria. En realidad nuestras desgracias son consecuencias de errores que no hemos sabido perdonarnos con anticipación
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